Sigue dejando que tu sonrisa ilumine el mundo, al menos el mio.
viernes, 23 de mayo de 2014
Calfred.
martes, 6 de mayo de 2014
Calimocho.
Tan sólo buscaba una buena excusa para publicar este poema. Tan solo es eso, una excusa. Sin dobles fondos, sin recuerdos olvidados ni estrellitas futuras. Siempre me encantó este poema.
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada...
Pero dímelo fuerte, de tal modo
que tu voz, como toque de llamada,
vibre hasta el más íntimo recodo
del ser, levante el alma de su lodo
y hiera el corazón como una espada.
Si tú me dices «¡ven!», todo lo dejo.
Llegaré a tu santuario casi viejo,
y al fulgor de la luz crepuscular;
mas he de compensarte mi retardo,
difundiéndome ¡Oh Cristo! ¡como un nardo
de perfume sutil, ante tu altar!"
Amado Nervo.
jueves, 3 de abril de 2014
Paciencia necesita tu tormento.
"Una querencia tengo por tu acento
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.
(...)
¡Ay querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo."
Miguel Hernández.
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.
(...)
¡Ay querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo."
Miguel Hernández.
viernes, 14 de marzo de 2014
Lo que siempre pasa.
"El estaba sentado en el muro. Como siempre hacía cuando sentía las ganas de volar. Con su cigarro y sus sueños. Hasta que ella apareció, de improviso, casi como un fantasma de otra época atrapada en la rutina de la sociedad moderna. Interesada preguntó; "¿qué haces solo con la mirada perdida?" El chico sin darse cuenta aún de su presencia se giró despacio y le contestó que ojalá todos sus demonios tuviesen su mirada y sus mejillas. No hubo despedidas, ni palabras. Ni tan siquiera un intercambio de números de teléfono. Ambos supieron en ese instante fugaz, que el destino caprichoso, los reunió solamente para darse cuenta de su existencia. No se volverían a ver jamás. Él con sus sueños, ella con su trabajo. Agua y aceite en días sin cantos de sirenas, sin capitanes de miradas, menos aún de cortejos callejeros." JC.A.G.
La mayoría de la gente saldría corriendo.
La mayoría de la gente saldría corriendo.
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