Sigue dejando que tu sonrisa ilumine el mundo, al menos el mio.

Sigue dejando que tu sonrisa ilumine el mundo, al menos el mio.
Oceànica sensació.

miércoles, 16 de agosto de 2023

Aquí y ahora.

"Me he sentado en el borde de mi vida

-desmedidamente terco-

y he observado un vacío

que yo mismo habitaba." C. Sanchis.

A veces.

A veces simplemente no puedo sostener la mirada hacia el caos, esa que se hunde hacia dentro. Levanto los ojos, recorro mi alrededor con la mirada y pese a mis intentos fallidos de construir precipicios no puedo ver más que el estruendoso destello del sol.

A veces simplemente no sonrío hacia dentro. 

A veces focalizo la energía pura de mi misma en encontrar los rumbos tormentosos que dirijan mi vida. Y no es aquí, ni fue allá, ni será en las aceras del porvenir. A veces, sencillamente, se me obstruyen las pupilas al deleitarme con el sonido del horizonte, al perderme en los libros que aún no se han escrito, al soñar, plácidamente lúcida, que será en las calles de mis futuros recuerdos donde tal vez me encuentre. Y tristemente me cercioro que no son las luces de la Alhambra, ni los acantilados empedrados donde siempre huele a tormenta. Que nunca fueron las burbujas del vino francés, ni las orillas doradas de aquel mediterráneo tan al norte, ni la magia y las leyendas atrapadas en los bosques de Corrèze. Que poco tienen que ver en el asunto las noches de Palace donde las risas eran ensordecedoras y nos brotaban mariposas del pelo y cerveza de las manos. Ni siquiera es cuestión de los inagotables caminos que conducían a la selva, pilotados por capitanes sin sombrero y sin barco, ni de las noches eternas bajo las estrellas de qualquierpartedelmundo donde la vida me juraba mil y una aventuras, donde el amor de las hermanas era capaz de detener los latidos del corazón y la conciencia. 

A veces, simplemente, la realidad es más evidente pero más desgarradora.

A veces la ecuación se presenta más sencilla pero más distante, más certera e implacable. Sin embargo, el centro puro de mi misma apunta vehementemente de fuera a dentro, con rabia, y espera paciente el preciso momento en que el caos y la tormenta aniden mi certeza y se apoderen de la suerte que me rehúye.

A veces simplemente no es tan fácil.

A veces no es cuestión de mirar y aplaudir sino de observar detenidamente y sostener cálidamente con un abrazo que sea capaz de romper el aquíyahora , con el tormento, con las montañas que sostienen nuestros hombros. 


"Nadie empieza de cero,

es otro ángulo, otra visión.

Quizá sujeta al ritmo inabarcable

de los tiempos muertos." C. Sanchis.

miércoles, 17 de mayo de 2023

Siento mucho estas semanas, pero también me alegró mucho haber pasado con vos este tiempo.

No sé cómo decirte que todavía riego tus plantas.

No sé como decirte que nuestra foto sigue reinando en mi salón, que puedo vernos desde cualquier perspectiva, que sigo recorriendo la línea de tu sonrisa con mis pupilas. Que todavía me descubro pensado en voz alta, vers toi, si alguna vez nos habremos pensado al mismo tiempo, si alguna vez me sigues leyendo en tus dibujos.

No sé cómo decirte que todavía recuerdo las primeras estaciones de tren en la Francia perdida.

No sé cómo decirte que todavía me refugio en la primera vez que buscaba ansiosa incrustarme en tu alma. En las primeras noches en el suelo acolchado y la ropa esparcida, la primera vez que te gritaba con los ojos, en la primera vez que me preguntaste si podías besarme. El aroma a café y las delicias de aquel verde francés que se me incrustó en el alma.

No sé cómo decirte que te sigo mencionando en mis conversaciones, que todavía siento tu reflejo en el espejo cuando me acaricio las heridas. Que todavía busco cobijo en los sueños que albergaban los días a las tres de la tarde. Que a veces giro la cabeza y te encuentro observándome, atónito. Que todavía recuerdo la huella de tus dedos cautivando mis sentidos.

                       -  Estoy memorizando el mapa de tus lunares -


No sé cómo decirte que no me desprendo de tus maneras.

Esa sonrisa que podría describir sin necesidad de palabras, todos y cada uno de los abrazos en los que juré que no quería separarme de tu camino. Que todavía te reconozco en los libros, que tu memoria me persigue y yo quiero que me encuentre. Que al perderme entre mis dedos te recuerdo sin esfuerzo, que mis sábanas decidieron vestirse de tu recuerdo y se presentan en mis noches, simples y sencillas, ofreciéndome tu pecho. Y sólo así me quedo dormida.

No sé cómo decirte que sigo buceando en los calendarios contando los días para que la felicidad me explote a besos. Que todavía se me eriza la piel cuando miro a través de las cortinas la calle que vestía mis sonrisas, tu mochila al hombro y el éxtasis de mis pupilas. Que todavía me pierdo en el barullo de mis sueños contigo de ti, en todas las calles de Latinoamérica que todavía no habíamos pisado pero construiríamos aunque fuera de ganas.


No sé cómo decirte que no soy capaz de decirlo, que la tinta sigue guiando mi corazón y marcando el índice.

No sé como decirte que aún hoy se me encoje la vida cuando se rumorea Marseille y trato de (no) engañar a las cervezas a las que juro que no sé de qué color es el mediterráneo francés, cuando aseguro que no sé como se visten los atardeceres en el Borély, cuando perjuro que no sé nada de la magia que envuelve el otoño que recorre Le Panier

Que no sé cómo decirte que no sé que tengo dentro cuando el tiempo busca en en centro puro de mi misma, que no sé qué idioma hablo por dentro cuando hablo de ti, cuando siento de ti. Que contigo, hoy y para siempre, aunque no fuimos siempre seremos, que Francia se rinde al talento que derrochas por los poros. Que dejaste parte de tu ser tatuado en las noches que paseo en la memoria, que siempre serás amor y caricias, que siempre serás en mi para mi.


Espero que nos veamos pronto, y si no para mi ha sido una experiencia increíble haberte conocido y compartir mi tiempo contigo, haber juntado mi vida contigo. Me pierdo en tu humedad, siempre sueño con tus líneas, siempre tocaré tus orejas, siempre te amo mi amor. Siempre. D.