Sigue dejando que tu sonrisa ilumine el mundo, al menos el mio.

Sigue dejando que tu sonrisa ilumine el mundo, al menos el mio.
Oceànica sensació.

domingo, 20 de enero de 2013

Seiscientos kilómetros.

Y ahí estaba yo, en el pata palo de Granada rodeada de muchísima gente, con un buen rollo impresionante y con ska-p de fondo. "¿Algo mejor?" me repetía, y sinceramente no se me ocurría algo mejor, ni mejor compañía. Ya no pensaba en nada, nada había que mereciera la pena pensar, nada. 
Me acordé al pensarlo. sí. Pero me acordé para recordarme no volver a recordarlo. Para darme cuenta que no lo necesitaba, que realmente nunca me hizo falta, que estas cosas sólo duran un abrir y cerrar de ojos. 
En ese momento lo comprendí. Estaba preparada. Ya no pensaba, ya no lo pensaba. 
Pero también me di cuenta... Al pensar que ya no le necesitaba, que ya no le pensaba, le pensé. Me acordé. Pero mereció la pena, mereció la pena cerciorarme de que ya estaba todo bien.
Fue muy gratificante, ¡estuvo genial! Patapalo ¡TE QUIERO! 

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