Sigue dejando que tu sonrisa ilumine el mundo, al menos el mio.

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Oceànica sensació.

domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Se puede huir de dónde decidiste ir para huir?

Tras la noche de mi diecinueve cumpleaños, de las emociones que ello provocó en mi, me he hecho una pregunta "¿Se puede huir de dónde decidiste ir para huir?". Curiosa pregunta ¿no es cierto?.
Todos, absolutamente todos hemos deseado alguna vez irnos lejos y dejarlo todo atrás, tirar el móvil a la basura y perdernos en algún paraíso artificial en el que nadie pudiera encontrarnos y empezar una nueva vida, empezar de cero en un lugar dónde nadie nos conoce. Nuevas amistades, nuevas inquietudes, nuevos desafíos, nuevos amores, nuevos sentimientos, nuevas sensaciones... nueva vida. Todos hemos soñado pensando cómo será nuestra vida en ese lugar. Frases como "nunca dejaré que nada vuelva a hacerme daño.", "siempre estaré sonriendo", "el mundo nunca más podrá conmigo." y la más importante y esencial de todas "allí todo será diferente". 
Todos hemos soñado alguna vez con nuestra vida en ese lugar. Todos hemos pasado alguna noche en la cama antes de dormir pensando en las cosas que haremos en ese lugar y en lo maravilloso que será todo. Largas noches sin dormir imaginando a la gente nueva que conocerás, los lugares que visitarás, las cosas que harás. Días eternos en los que piensas que allí nunca te aburrirás, será imposible. Tardes de lluvia pensando en que allí saldrás a pisar los charcos con tus botas de agua nuevas. Todas las mañanas imaginando cómo debe ser despertarte en tu nueva cama. Tachando días en el calendario e ilusionandote sólo con la idea de hacer las maletas.Yo lo he pensado Yo lo pienso. Yo lo he hecho.

Yo he tenido la gran suerte de estar, ahora mismo, viviendo un sueño, viviendo mi particular huida. Pero tras esta pasada noche, me he cuestionado si es posible huir de dónde decidimos ir para huir.
¿Es posible desear otra huida? Me pregunto si puedes volver a imaginar un nuevo cambio. Pensar que todo será diferente de nuevo. Imaginar tu vida en otra ciudad diferente, con otra gente diferente, con otra vida diferente. ¿Cuántas vidas podemos tener? Tal vez la pregunta correcta sería ¿cuántas vidas queremos vivir? Puede que pensando así llegue un momento en el que ya no queden ciudades a las que ir, ni huidas que improvisar. O que, tal vez, ya no podamos ir a otra ciudad, que la ciudad deseada e idealizada realmente no existe y pensar que todo este tiempo hemos estado persiguiendo la sobra de nosotros mismos, huyendo de todo lo que nos aterra.

Hoy me pregunto si hay suficientes lugares en el mundo para poder esconderme. Hoy me pregunto si existe algún avión que me lleve dónde yo quiero ir. Hoy me pregunto si huir es realmente la respuesta. Hoy me pregunto qué sería de mi en otra ciudad y otras circunstancias...